Desde el pasado 22 de septiembre hasta el 12 de octubre la carbonera del Parketxe de Lizarrusti ha permanecido prendida y abierta al público de la mano de José Ramón Aguirre «marrón» y su grupo de carboneros. Antaño, la labor de carbonero era muy común en el entorno de Aralar habiéndose mantenido durante los últimos 60 años. En este acto, se ha querido plasmar la relación entre el ser humano y el bosque, conociendo los entresijos de la tala de las hayas trasmochadas. En ese periodo que ha permanecido prendida, centenares de visitantes se han acercado a ver la carbonera de Lizarrusti, tanto particulares como grupos escolares. Al igual que el 22 de septiembre se organizó una fiesta para el prendido, el pasado 12 de octubre se celebró una fiesta en un gran ambiente en la que no faltaron los acordeones de Zero Sette akordeoi orkestra; el paseo guiado, los txalapartaris y los bertsolaris… en total más de 300 personas que disfrutaron del Parketxe de Lizarrusti